Cómo estudiar para los exámenes

Por Alberto Sanagustín

En un mundo ideal sería suficiente estudiar para tener más conocimientos que fueran útiles en situaciones prácticas.

En la práctica, muchas veces tenemos que enfrentarnos a evaluaciones o exámenes que tenemos que superar para conseguir un objetivo: aprobar una asignatura, sacar el carné de conducir, superar una oposición...

Ante estas situaciones, la pregunta acerca de cómo estudiar para superar exámenes es muy pertinente.

Una anécdota infantil

De esto me di cuenta a los 12 años. Recuerdo que cuando estudiaba para algún examen tenía la tendencia a memorizar casi al pie de la letra. Un método muy malo y poco eficiente. Aunque sacaba buenas notas, era muy costoso en horas y sufrimiento.

En una ocasión, me vi en una situación que para mí era angustiosa, pero al final resultó muy reveladora.

Por motivos que no recuerdo, no pude estudiar para un examen de ciencias. Era un tema de biología. Decidí que me leería el material durante los veinte minutos que nos daban de recreo. En lugar de hablar o jugar, estudiaría en medio del ruido.

Y así lo hice. Empecé a leer, pero por casualidad descubrí un método muy eficiente para el tipo de examen que hacía el profesor.

Empecé a leer y me fijé en las palabras en negrita del libro. No parecían muchas. Dediqué los veinte minutos a leer esas palabras resaltadas y entender su significado. Era simplemente asociar palabra y significado.

Después vino el examen y fue excelente. Recuerdo que mi puntuación fue un 9 sobre 10.

¿Cómo es posible que en veinte minutos consiguiera el resultado que me hubiera tomado tres horas en condiciones normales?

Porque por necesidad descubrí el método adecuado.

El profesor hacía exámenes que consistían en preguntas cortas que se respondían con una o dos palabras. Esas palabras eran, en su mayor parte, las palabras en negrita del libro. Las preguntas eran los significados de esas palabras importantes.

Lo que hice en el descanso de veinte minutos era una estrategia superenfocada a la forma en que iba a ser examinado. En mi caso, lo hice por necesidad y de forma inconsciente.

Me pareció sorprendente y genial.

La idea que quiero transmitir con esta anécdota es que saber cómo va a desarrollarse tu examen es muy fundamental.

Las buenas academias de preparación de oposiciones invierten parte de sus recursos en estudiar precisamente eso.

¿Cómo estudiar ante un examen?

Investigando qué consideran importante, qué quieren, cómo pregunta y enfocar tu estrategia de estudio basándose en eso.

Las técnicas que explique en cómoestudiar con eficacia y la elaboración interrogativa son las mismas, así como los posibles sistemas mnemotécnicos que uses. La única diferencia es en qué enfocas la atención.

Tipos de examen

Hay exámenes tipo test, preguntas cortas, preguntas largas y exámenes orales. Podríamos hacer más distinciones, pero estos son los más frecuentes.

1-Exámenes tipo test

Aquí la estrategia es bastante obvia. Hay que buscar exámenes anteriores con las respuestas correctas.

Hay que revisarlos una y otra vez. Nos darán una información preciosa de qué consideran importante y cómo lo preguntan.

Lo mejor es mirar algunos exámenes antes de empezar el estudio para saber a qué debes prestar atención, que debes mirar por encima y qué debes ignorar.

Puedes usar programas como Anki para copiar y pegar en la parte superior las preguntas y opciones y en la parte inferior la opción correcta. Si tienes tiempo, esa sería una opción ideal para detectar las áreas en las que fallas más. Además, te beneficiarías de la práctica espaciada.

De cualquier forma, revisar los exámenes test previos, entendiendo las respuestas, preguntándote por el significado y el porqué de los enunciados y respuestas, será muy útil para entrenarte.

Le beneficio adicional es que muchas veces repiten preguntas o son muy parecidas.

Esto del estudio para exámenes tipotest es todo un arte.

2-Exámenes de preguntas cortas

Lo mismo que en el caso anterior. Recuperar las preguntas de exámenes anteriores y enfocar el estudio de acuerdo a eso. Te darás cuenta de qué consideran importante y de tus propias lagunas.

Aquí yo me enfocaría, sobre todo, en las palabras clave. Son el equivalente a las palabras en negrita en las que yo me enfoqué a los 12 años en mi examen de ciencias.

Suele haber alguna pregunta repetida y, a veces, puedes darte cuenta de alguna curiosidad como que todas las preguntas se puedan responder con los resúmenes del final de los capítulos del libro de texto...

3-Exámenes de preguntas tema

La estrategia es la misma que la anterior. Aquí yo me enfocaría en tener una estructura o itinerario mental que sirva para reconstruir los temas. Si lees mi artículo sobre cómo estudiar de forma efectiva, comento la estrategia de buscar las preguntas guía que se repiten en una disciplina. En este caso, son muy importantes para ayudarte a reconstruir los temas por escrito.

4-Exámenes orales

No voy a repetirme porque se aplica lo mismo que he desarrollado durante todo el artículo. El único consejo adicional es intentar practicar con alguien, aunque sea con el espejo o la pared, el recitar en voz alta. A veces grabarte y oírte puede ser una estrategia útil. Todo dependerá del tema.

Los exámenes orales suelen generar ansiedad adicional por eso es interesante ensayar de alguna manera e, incluso, practicar alguna técnica de relajación.