Entiendo perfectamente el problema. Todos los que nos dedicamos a esto lo experimentamos en mayor o menor medida.
En este blog he escrito sobre el tema en algunos artículos, por ejemplo en los que explico mi visión de cómo estudiar de forma efectiva.
En realidad, todo se reduce a una palabra clave: asociación.
Estudiar y aprender consiste en asociar ideas.
Asocias lo que quieres aprender con lo que ya sabías y así vas construyendo tu red de conocimientos.
El tipo de asociaciones que más nos deben preocupar al principio son las de tipo lógico, es decir, lo primero es entender el material que debemos asimilar.
Es muy importante preguntarse por el porqué de las afirmaciones de los libros y descubrir las relaciones lógicas entre los diferentes conceptos.
Así vas estableciendo relaciones con tus conocimientos previos y entre lo nuevos que van apareciendo.
Esto no facilita muchísimo el aprendizaje.
Sobre la información arbitraria
El problema es que hay que procesar mucha información y a veces es demasiado arbitraria. No hay relaciones lógicas que valgan. Términos anatómicos, bioquímicos o médicos raros, relaciones de síntomas que no son del todo lógicos y un sinfín de cosas más.
¿Cómo proceder para aliviar, aunque sea un poco, este problema?
En el artículo de cómo memorizar hablo de diversas estrategias mnemotécnicas que son ampliamente usadas y que pueden ser de utilidad. También se basan en la asociación, pero en este caso es estrabótica o extravagante. Nos sirve cualquier cosa que llame tu atención y te recuerde lo que quieres memorizar.
Aquí quiero comentar una técnica en concreto: los mnemotecnogramas.
¿En qué consisten los mnemotecnogramas?
Son una forma de mnemotecnia visual.
El concepto es muy simple: dibujas de una forma más o menos metafórica los conceptos que quieres memorizar.
Cada elemento del dibujo puede representar una unidad de información. Esta disposición gráfica facilita mucho su fijación en la memoria.
El concepto es muy sencillo y su aplicación solo exige un poco de creatividad.
El problema que veo es que tenemos tendencia complicarnos la vida. Son fallos que hay que tener presente para no caer en ellos. Son fundamentalmente dos:
1-Querer meter demasiada información dentro de estos dibujos.
Esto consigue que embrollemos el gráfico y nos confundamos.
En realidad con unas pocas unidades de información hay bastante. En mi experiencia no creo que haga falta meter más de diez conceptos o menos.
No hay normas rígidas y eso variará según las circunstancias y hay que jugar un poco para ver qué se nos da mejor.
De todas formas, la simplicidad es una buena regla.
2-Querer ser un artista e insistir en hacer dibujos muy buenos.
El problema es que aquí no pretendemos hacer una obra de arte, sino memorizar.
Si enfatizamos mucho la calidad del dibujo, nos perjudicamos.
Si somos buenos dibujando, nos hace perder el tiempo y si somos malos artistas, nos puede desanimar.
La mejor apuesta es hacer dibujos sencillos, incluso malos, que se puedan hacer rápido y sin complicarse demasiado con colores. Dibujos con caricaturas de hombres palo o similares son muy buenos.
El tema de hacer dibujos simples tiene otro beneficio adicional: puedes volverlos a dibujar de memoria fácilmente.
Esto es importante porque hay evidencia de que la recuperación activa y en forma de distribución espaciada de lo que quieres memorizar facilita mucho la memorización.
Si haces dibujos simples, será más fácil que puedas recrearlos de memoria y recitando en voz alta lo que quieres aprender.
Este recuerdo activo usando tu mano para dibujar, viendo el dibujo y recordando los conceptos, son un refuerzo muy potente para tu memoria.
Conclusión:
Haz mnemotecnogramas en forma de sencillos dibujos y te facilitarás mucho tu vida memorística.
Si quieres ver varios ejemplos y profundizar, aquí te dejo el vídeo:
Si te ha sido útil, recuerda compartir con compañeros que puedan beneficiarse.
¡Gracias!
Dr. Alberto Sanagustín
@alsanagust
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¡Buen artículo doctor, muchas gracias por la ayuda que nos brinda!
ResponderEliminarMuy bueno Alberto. Yo también soy un seguidor de Bruno. Un saludo.
ResponderEliminar... tienes algún método más en los libros de Ramón Campayo, que uso algún método parecido a los de Bruno. Un saludo
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